LA ESPERANZA

ALCANZAR. Terracota policromada y material diverso. Fotografía Silvia Jareño.

Pandora, mujer curiosa, al abrir la tinaja, dejó escapar de su interior todos los males del mundo. Cuando consiguió cerrarla de nuevo, sólo habitaba en el fondo Elpis, el espíritu de la esperanza.

La vida es un continuo cambio, que nos permite conocernos, experimentar, equivocarnos, acertar, aprender y evolucionar. Esta evolución es el legado que podemos dejar a quien nos sigue, solamente ese. Las equivocaciones que hayamos tenido en el pasado no determinan la capacidad futura de acierto, ni tampoco la de aprendizaje y crecimiento. El objetivo, entiendo, es encontrar nuestra esencia, lo que queremos ser y a donde queremos llegar, formando parte de la colectividad, pero sin dejar de lado la individualidad.

La vida nos muestra momentos amargos y dulces; no existen los unos sin los otros. Nos hace pasar por situaciones, en donde la esperanza se ofrece como una gran fantasía; nos cuesta seguir adelante ya que no encontramos los estímulos.

Como bien decía mi padre, - lo que hoy es un problema, mañana no lo es.- La vida siempre te sorprende; esa es la belleza que encuentro en ella. La a veces esperanzadora eventualidad es real, se da con toda seguridad, tardará más o menos tiempo, pero el cambio acontece, ya que la vida es eso; - todo pasa y todo queda -, decía el poeta. Aunque no podemos pretender dirigirla con nuestros deseos, pues no te dará lo que no puede darte.

Estos cambios no sólo hay que esperarlos; debemos ser activas/os en la búsqueda, abriendo puertas aunque sean pequeñas, aunque en determinadas circunstancias cueste. No se puede abandonar la lucha, pues la vida es apuesta constante. Todo vuelve cíclicamente en un equilibrio permanente entre opuestos. No hay alegría sin tristeza, ni felicidad sin infelicidad.

El miedo es como las sombras, solamente retrocede cuando tú avanzas.

Con el tiempo comprendemos, perdonamos y superamos. Y el humor es un buen aliado; si miramos a través de su objetivo las circunstancias se relativizan.

Somos únicos, es un privilegio vivir, la lista que lo avala es grande. Sentir el sol que entra por las ventanas. Ver cómo cada año vuelven las aves con la llegada del frio. Plantar una semilla y observar cómo germina y crece. Sentir la arena de la playa y la caricia del mar en los pies. Pensar en las personas que te han precedido y que han luchado por ti, te entregaron un relevo; fuiste y eres su apuesta. Disfrutar de la sonrisa de una/o niña/o. Con cualquier acto de bondad, muestras que sigues luchando por lo que crees y por lo que eres. Soñar con pequeñas metas que marcan el camino, para así, alcanzar otras mayores. Mirar el fuego, el mar y el cielo. Imaginar la vía láctea; está ahí aunque no la veamos desde la ciudad... Hemos de elegir el legado que queremos dejar para nuestras/os hijas/os, luchar por él; ahora el testigo es nuestro, y es arduo el trabajo. Refería Mahatma Gandhi: - Nuestra esperanza se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total, es una victoria completa. -

- ¿Si el corazón se aburre de querer, para qué sirve? - Mario Benedetti. El amor es nuestra verdadera esperanza.

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