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Mostrando entradas de noviembre, 2013
UN CAMBIO CONSTANTE Todo viene y se va, hasta lo que creemos que está ahí para siempre, la vida, esta llena de nacimientos y muertes, pequeñas y grandes, ciclos que ascienden en espiral hacia lugares desconocidos. Si queremos de manera ilusoria anular esto, intentando controlar el porvenir, estamos anestesiando la propia esencia de la vida y además, de ninguna manera lo conseguimos, sólo huimos de ella. En nosotros se concentra lo bueno y lo malo, la alegría y la tristeza, las esperanzas y las desesperanzas, todas las contradicciones que nos conforman y que son nuestra propia escala y sólo funcionan en nuestro ser. Siempre que me ocurre algo malo, pienso; después vendrá lo bueno, no sé cuándo pero después, y cuando me viene algo bueno me digo; estate alerta, no te acomodes que quien sabe lo que ahora te espera. Querer retener algo es una ilusión, todo se va a su ritmo y a su tiempo pero vuelven siempre cosas nuevas, distintas y sorprendentes. La vida siempre te sorprende, a veces
NUESTRA REALIDAD ES TRAUMÁTICA Nuestra realidad se nos muestra de manera traumática. Aparecemos en ella y todo está previsto y organizado. Todo tiene aparentemente un programa, un “modus operandi” al que nos vemos obligados a adaptarnos. Cuando nacemos está ahí e influye inevitablemente en nuestras vidas, condicionándolas, es inevitable. Todo lo que encontramos es el fruto de una evolución colectiva como especie social dentro de un entorno determinado. Para bien o para mal formamos parte de ella y eso nos condiciona, proporcionándonos, pues estamos vivos, también la posibilidad de la situación en vanguardia, y como toda vanguardia el cambio está dirigido por ella. Esta realidad traumática que se nos muestra nos desconcierta, mientras que no nos vamos adaptando, amoldándonos a los modos de comportamiento prefijados, estamos desorientados, perdidos en cierto modo. Pero no debemos olvidar que pertenecemos a ella. Hans-Georg Gadamer hablaba de nuestra pertenencia a la historia desde
SITUACIONES ANÓMALAS QUE PUEDEN ACABAR BIEN A veces situaciones instauradas y consolidadas en nuestro mundo social como verdaderas, siendo absolutos engaños, pueden evolucionar fomentadas por nosotros mismos alcanzando fines positivos. Aptitudes propias del ser humano como el amor, la verdad, la compasión, la ayuda, a veces dirigidas por las religiones pueden fomentarse y potenciarse, alcanzando resultados adecuados, originando evoluciones que bien guiadas acaben con un acertado fin. Si bien no debemos dejar de observar la falsedad del origen, tal y como decía Ludwig Andreas Feuerbach, la Teología no es otra cosa que Antropología. A la verdad se puede llegar por múltiples caminos siempre superando el proceso vital inevitable del acierto/error. A veces mirar el dedo un tiempo nos ayuda a encontrar la Luna. Vivir en un mundo que nos haga sentir bien aunque sea engañoso puede resultar en determinados momento y situaciones útil, si bien no deja de ser peligroso y un absoluto engaño.