SOBRE
EL VALOR DE LAS COSAS
El
valor de las cosas tiene una buena parte de subjetividad, marcada por nosotros
y nuestro entorno. Hoy en día este valor esta notablemente influenciado por la
economía de mercado. Le asignamos un valor a algo según cuanto dinero nos
cuesta. Si cuesta mucho dinero es muy valioso y si cuesta poco es poco valioso.
En definitiva estamos igualando el valor de un objeto al de nuestra posibilidad
de conseguirlo mediante la compra. ¿Porque preocuparnos de deshacernos de algo
deteriorado si en el bazar cercano lo puedo encontrar a muy bajo precio?. Todo
esto nos lleva a situaciones demasiado continuas de uso y desecho. Tras
percibir un pequeño deterioro, un cambio de moda, simplemente de gusto, etc.,
nos deshacemos del objeto y compramos uno nuevo. Incluso en situaciones en
donde los objetos son perfectamente utilizables y válidos se depositan en los
contenedores de basura y con suerte en los correctos para un adecuado
reciclaje.
Todo
esto está promovido por esta economía de mercado que nos asfixia sin ahogarnos,
que aprieta pero no mata, a la que le interesa mantenernos vivos pero
obedientes. La que promueve la obsolescencia, la publicidad y los
créditos.
Creo
que nos estamos equivocando. El valor de algo no radica en lo que nos cuesta
adquirirlo mediante una compra más o menos alta. El valor de algo esta en la
esencia del objeto en sí, esencia en el más puro sentido existencialista. Esa
esencia merece el respeto y el valor que le niega el sistema económico actual,
que nos marca el camino simplificado del uso y el desecho.
La
esencia de algo, su alma, su sentido de ser, eso es lo que debemos de valorar y
contemplar. Yendo desde el simple envase de una bebida hasta el objeto mas
sofisticado. Mirando de esta manera seremos consciente de su valor de uso, de
su posibilidad de reparación, reutilización, reciclaje, etc., y seremos
conscientes de su propia esencia.
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ResponderEliminar¡Eres un gran artista!. Estoy muy orgullosa de ser tu hermana.
ResponderEliminarYo también estoy muy orgulloso de ser tu hermano. Un abrazo y un beso fuerte y muchas gracias.
ResponderEliminarHoy me di un tiempo para imaginar que caminaba por la galería (en mi caso virtual) que ha montado Manuelito Luna, está condimentada con sus comentarios, ideas y disparates. Me hacen reir y pensar, que son dos acciones parecidísimas. Hoy que me di este ratito, pienso que el valor de las cosas es directamente proporcional al tiempo y paciencia que se les ofrece. En mi caso esta ofrenda no es poca cosa. Así es que te mando un abrazo muy grande por los momentos de placer que he recibido a través de tu bloguecito y ¡enhorabuena! como dices tu y ¡vientos! como dicen algunos por acá. un gran apachurrón: María Luisa
ResponderEliminarGracias por tus palabras llenas de sabiduría y de cariño. Un abrazo muy muy fuerte
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