SOBRE EL VALOR DE LAS COSAS

 El valor de las cosas tiene una buena parte de subjetividad, marcada por nosotros y nuestro entorno. Hoy en día este valor esta notablemente influenciado por la economía de mercado. Le asignamos un valor a algo según cuanto dinero nos cuesta. Si cuesta mucho dinero es muy valioso y si cuesta poco es poco valioso. En definitiva estamos igualando el valor de un objeto al de nuestra posibilidad de conseguirlo mediante la compra. ¿Porque preocuparnos de deshacernos de algo deteriorado si en el bazar cercano lo puedo encontrar a muy bajo precio?. Todo esto nos lleva a situaciones demasiado continuas de uso y desecho. Tras percibir un pequeño deterioro, un cambio de moda, simplemente de gusto, etc., nos deshacemos del objeto y compramos uno nuevo. Incluso en situaciones en donde los objetos son perfectamente utilizables y válidos se depositan en los contenedores de basura y con suerte en los correctos para un adecuado reciclaje.

Todo esto está promovido por esta economía de mercado que nos asfixia sin ahogarnos, que aprieta pero no mata, a la que le interesa mantenernos vivos pero obedientes. La que promueve la obsolescencia, la publicidad y los créditos. 

Creo que nos estamos equivocando. El valor de algo no radica en lo que nos cuesta adquirirlo mediante una compra más o menos alta. El valor de algo esta en la esencia del objeto en sí, esencia en el más puro sentido existencialista. Esa esencia merece el respeto y el valor que le niega el sistema económico actual, que nos marca el camino simplificado del uso y el desecho.


La esencia de algo, su alma, su sentido de ser, eso es lo que debemos de valorar y contemplar. Yendo desde el simple envase de una bebida hasta el objeto mas sofisticado. Mirando de esta manera seremos consciente de su valor de uso, de su posibilidad de reparación, reutilización, reciclaje, etc., y seremos conscientes de su propia esencia. 

Comentarios

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  2. ¡Eres un gran artista!. Estoy muy orgullosa de ser tu hermana.

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  3. Yo también estoy muy orgulloso de ser tu hermano. Un abrazo y un beso fuerte y muchas gracias.

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  4. Hoy me di un tiempo para imaginar que caminaba por la galería (en mi caso virtual) que ha montado Manuelito Luna, está condimentada con sus comentarios, ideas y disparates. Me hacen reir y pensar, que son dos acciones parecidísimas. Hoy que me di este ratito, pienso que el valor de las cosas es directamente proporcional al tiempo y paciencia que se les ofrece. En mi caso esta ofrenda no es poca cosa. Así es que te mando un abrazo muy grande por los momentos de placer que he recibido a través de tu bloguecito y ¡enhorabuena! como dices tu y ¡vientos! como dicen algunos por acá. un gran apachurrón: María Luisa

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  5. Gracias por tus palabras llenas de sabiduría y de cariño. Un abrazo muy muy fuerte

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