AMAR LA VIDA

Una amiga me dijo una vez que era necesario amar profundamente la vida y ello me hizo reflexionar;

Tras la propia mentira y su toxicidad, uno puede sentir que su alma fue pintada por el más duro expresionismo de George Grosz, en vez de por la poesía del más dulce Chagall. Es entonces cuando está presente la falta de una comunicación adecuada con el alma, y entonces cuando la divinidad nos enfrenta a la maravilla, y cuando debemos saber interpretar, pues sencillamente nos indican el camino de vuelta a la paz perdida.

Nuestro lenguaje para el dialogo vital es el amor, y no hay que buscarlo, ya está dentro de nosotros, solo es necesario escuchar la armonía que nos comunica. Aquí sobran los planes previstos, y por supuesto la persecución de situaciones ambicionadas, se trata únicamente de fluir con conciencia plena para alcanzar el sentido.

El sufrimiento es solo señal de lo que anda mal, lo mismo el físico, que el espiritual, y manifiesta con sutileza camino y meta.

Los conflictos vitales desorientan, y la creatividad nace solamente cuando intuyes. Sobran fantásticas proezas preconcebidas, pues solo es necesario abrazar el amor; él es el guía.

Es adecuado reflexionar, sobre nuestra presencia en la vida, sobre nuestra culminación y sobre la compañía. Y recordar que el afán de posesión, y el apego, imposibilita nuestra felicidad y daña la ajena.

No sé cuál será el final de mi vida, pero lo quiero feliz por haber andado y avanzado en la senda que me tracé: Amar a mi familia, amar a mis amigos, a todo lo vivo, al universo, AMAR LA VIDA, esa es nuestra esencia y nuestro camino y solo en ella se alcanza la felicidad; se permite la caída y el ascenso con humildad tras cualquier tropiezo.

manuel luna