LO RACIONAL Y LO EMOCIONAL
Lo racional y lo
emocional, tradicionalmente roles asignados a lo masculino y lo femenino, tal y
como apuntaba Luce Irigaray, importante
exponente del movimiento filosófico feminista contemporáneo francés. Uno de
tantísimos pares de opuestos que nos encontramos en la vida. Históricamente,
esa realidad racional, ha encasillado, acotado, delimitado..., tratado de
controlar en definitiva, a la realidad emocional. Por educación social, la
parte emocional se considera débil e incontrolable, por tanto se le temía, se
quería circunscrita y vigilada. Luce
Irigaray conecta deseo y locura, y habla de relaciones particulares con el
deseo y por tanto con la locura. Abre así la posibilidad de un mundo más libre,
más accesible y sobre todo más igualitario. Lo emocional aporta diversidad a lo
racional, y viceversa. Aunque es difícil que lo racional conforme de tal manera
la mente para entender pasiones y sentimientos determinados. Y quizás lo
emocional pueda entender, con dificultad, actitudes racionales concretas. Yo
creo que se trata de uno de tantos bailes fantásticos entre opuestos que nos
vamos encontrando a lo largo de nuestra existencia y que debemos aprender a
conocer y orientar. No se puede hablar de dos conceptos independientes, sino de
dos partes de un todo, las cuales han de saber combinarse para alcanzar un
lenguaje correcto. La vida ha de estar llena de unión más que de separación, de
aceptación más que de rechazo..., pues en caso contrario, no estamos hablando
de vida sino de muerte. Lo emocional pone de manifiesto nuestra subjetividad y ella
siempre camina junto a la intuición. Henri
Bergson, otro filosofo francés Premio Nobel de Literatura, lo tenía claro,
la intuición igualmente es una opción para adquirir conocimiento. La vanguardia
es intuitiva y abre camino, está llena
de pasión y abre camino, está llena de errores y abre camino..., llena de
sueños..., que en mi opinión son el motor que mueve al ser humano, y abre
camino.
- Teóricamente somos el
ser racional por excelencia y, sin embargo, somos la especie más emocional. -
Eduardo Punset.
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