LO INDIVIDUAL Y LO COLECTIVO

La sociedad está formada por individuos. Los individuos se unen para formar colectividades, por intereses comunes, para materializar empresas. Forman países, naciones, grupos religiosos, políticos, deportivos... poseen un instinto social. Según Sigmund Freud, el individuo se siente seguro en la masa colectiva, que consigue alterar actitudes a cambio de seguridad, y el carácter individual del mismo queda anulado. A veces el ser humano se abandona a las masas, y el comportamiento resultante es direccionado.

El Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán, Jürgens Habermas, buscando un anclaje ético insta a establecer una pedagogía, tal que, el punto de vista de lo universal se asiente en la persona. Por muy profunda que sea la alienación que alguien experimente hacia la colectividad, el sentido de individualidad sigue estando ahí.

Sin menospreciar los logros colectivos alcanzados por el ser humano, ni dejar detrás todas las bondades que su agrupamiento puede alcanzar, el individuo como tal, en su más profunda unicidad, en su cualidad de ser único, no debe dejar de experimentar la rebeldía crítica que lo mueve a ser libre y a generar cambios, en definitiva a incentivar a la vanguardia, que no es más que experimentación.

Yo, personalmente, dentro de mi individualidad me siento confortablemente bien, muy seguro en determinados aspectos. Habito mi intimidad mental, la cual administro y organizo a mi manera, y por supuesto, en plena libertad. Esto me permite acercarme a la vida, a la realidad, al menos a esa parcela que soy capaz de alcanzar y poner así en práctica mi propio proceso de aprendizaje, incluyendo equivocaciones y aciertos.

Individualidad y colectividad han de obtener un equilibrio estable y lógico, que les permita coexistir en armonía.

- Todo aquello que sofoca la individualidad, sea cual sea el nombre que se le dé, es despotismo. - John Stuart Mill.

Terracota policromada y material encontrado en playa