UNA MIRADA AL MAR

Enfrentar nuestra mirada al mar, muestra lo patente y lo oculto. Aquello que se refleja en nuestros ojos es bello, pero es más interesante y excelso lo que estos no pueden ver, lo que le es desconocido, lo que se alcanza profundizando, lo que solo se señala en el interior. No hablo de mirada a la profundidad marina, hablo de una mirada íntima y profunda a nuestro ser. Dicen que el agua refleja imágenes como lo hacen los espejos, y mientras algunos viajeros se guían por planos, otros siguen los reflejos propios.
La presencia de algunas personas, es como esa mirada al mar que acaba en tu interior, contemplando a quien ya creías conocer; ¿y después como seguir los pasos de la vida estando de acuerdo con lo que éramos? ¿Personas mágicas o la magia de las personas? El camino a seguir será el cambio ineludible que traerá transformación, pues caminar es necesario e inevitable, y también sencillo en tiempos de calma, aunque ésta no curta al marinero.
Todo te acerca al fin de cualquier búsqueda, y a aquello que se presenta desconocido, quizás no deje de ser mas que un nuevo comienzo, o lo que siempre fue origen. Rehúye de cualquier mirada atrás en una despedida o nunca dejará de verse como promesa. Cambia, transforma, camina y recuerda que todo comienza en un sueño, como dijo el ilustre poeta;
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción;
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
manuel luna

ESCULTURA
Restos de un naufragio y terracota. Fotografía de Silvia Jareño.

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