SOBRE EL VALOR DE LAS COSAS



Restos encontrados en la playa, acrílico y papel. (fotografía Silvia Jareño)

El valor que asignamos a las cosas está cargado de subjetividad, y lo establecemos individualmente, pero con seguridad, influidos por el entorno. La economía de mercado, sin duda, interviene de manera decisiva en este proceso. Así, valoramos en función de cuánto dinero hemos de gastar para adquirir lo deseado. Si cuesta mucho, es valioso, y si cuesta poco, no lo es tanto. En definitiva, estamos igualando el valor de un objeto al de nuestra posibilidad de conseguirlo mediante la compra. ¿Por qué preocuparnos al deshacernos de algo deteriorado, si en el bazar cercano se puede encontrar a muy bajo precio? Todo ello nos lleva a situaciones demasiado continuas de uso y desecho. Tras percibir un pequeño deterioro, un cambio de moda, simplemente de gusto, nos deshacemos del objeto y adquirimos uno nuevo. Incluso en situaciones en donde son perfectamente utilizables y válidos, se depositan en los contenedores de basura y con suerte, en los correctos para un adecuado reciclaje.

Todo esto está promovido por esta economía de mercado, que nos asfixia sin ahogarnos, que aprieta pero no mata, a la que le interesa mantenernos vivos pero obedientes. La que promueve la obsolescencia, la publicidad, las modas y los créditos. 

Creo que nos estamos equivocando. El valor de algo no radica en lo que nos cuesta adquirirlo mediante una compra más o menos costosa. Está en la sustancia del objeto en sí, y es hacia donde no mira directamente el sistema económico actual, que nos marca el camino simplificado del uso y el desecho.

Su cualidad, su naturaleza, su sentido de ser, eso es lo que debemos de valorar y contemplar; yendo desde el simple envase de una bebida, hasta la pieza más sofisticada. Actuando de esta manera, seremos conscientes de su importancia de uso, de su posibilidad de reparación, reutilización y reciclaje; seremos conscientes de su propia esencia.

- Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y eso es lo que realmente somos.- José Saramago



Comentarios

Entradas populares de este blog