Terracota policromada

SOBRE EL TIEMPO

Segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años,... Divisiones, fragmentaciones matemáticas del tiempo tal y como lo percibe y lo entiende el ser humano. Hablamos de presente, pasado y futuro. Tenemos conciencia del tiempo, intuitivamente, forma parte de nuestra existencia y estructura nuestra vidas. Un tiempo a nuestra medida, un tiempo acorde con nuestras limitadas capacidades racionales. Un tiempo que las matemáticas y la física estudian y pretenden conocer. Nuestra reducida capacidad de conocimiento y comprensión lo limita, apoyándose en estructuras temporales útiles para nuestro modo de vida, constriñendo su comprensión al uso cotidiano que de él hacemos.
Entendemos perfectamente su subjetividad, como unos minutos pueden hacerse larguísimos y un día muy corto.
Las antiguas culturas orientales lo consideraban cíclico. Nuestra cultura lo consideró lineal, con un principio y un fin. Hablaban de lo eterno y de lo temporal. Otros lo han considerado una ilusión. Los existencialistas lo acercaron a la escala humana. La física lo encaja como una variable, una dimensión a tener en cuenta en las ecuaciones. Newton lo consideró absoluto y Einstein dijo que era relativo, con gran acierto e innovación. Stephen W. Hawking fijó su comienzo en el Big Bang.
Lo percibimos, sabemos que está ahí, sin llegar a su completa comprensión. 
A veces hablamos de las edades de la tierra, de los planetas, de millones de años, sin llegar a ser verdaderamente conscientes de  la cantidad que manejamos. Hablamos de eternidad, como algo infinitamente duradero sin principio ni fin, cosa también realmente imposible de asimilar dentro del intervalo temporal en que nos movemos. Nuestras capacidades son limitadas, aunque cada día avanzamos un poco más hacia un mayor conocimiento. 
En mi opinión cuando lleguemos a comprender verdaderamente lo que es el tiempo y como funciona, como puede encuadrarse, etc., seremos igualmente capaces de comprender otras magnitudes y encontraremos respuesta a muchas preguntas trascendentales que el ser humano hoy en día se plantea y que van parejas a su propia existencia.
“No nos toca a nosotros decidir qué tiempo vivir, sólo podemos elegir qué hacer con el tiempo que se nos ha dado” (JRR Tolkien).


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